NUESTRA PEDAGOGÍA

Mis Niños Felices posee una pedagogía única e innovadora, la cual se inspira esencialmente en la filosofía Reggio Emilia,  nacida en Italia luego de la segunda guerra mundial, reconocida como la mejor enseñanza del mundo por la UNESCO. Una pedagogía de la belleza, de la incertidumbre, del profundo respeto por la cultura de la infancia y las inmensas capacidades de los niños/as.

Visión

Promover el desarrollo de personas íntegras, felices, conectadas, responsables y comprometidas con el conocimiento, valoración y cuidado de sí mismos/as y de su entorno natural, cultural, social. Niños y niñas capaces de construir individualmente y en comunidad un aprendizaje nuevo, transformador, constructivo y creativo, así como valorar nuestros conocimientos ancestrales. 

Misión

MNF es un espacio de educación consciente que respeta, valora y promueve la cultura de la infancia con sus 100 lenguajes de expresión. Un lugar donde niños y niñas se desarrollan holísticamente, aprendiendo a vivir sus emociones, pensamientos, ideas y potencien sus talentos. Un lugar donde se vive el deporte, la cultura, la naturaleza, las artes, el saber integrado de la vida en armonía. Un espacio emocionalmente protegido donde niños, niñas, adultos y comunidad viven felices descubriendo-se en conexión con naturaleza, mente, cuerpo, alma, lenguajes, entornos, disciplinas y saberes. 

Principios educativos

 Afectividad

Brindar cariño, atención y buen trato a cada niño y niña,  haciéndole sentir lo importante, querido y querible, potenciando su AUTOESTIMA POSITIVA y un adecuado desarrollo socio-emocional. En Mis Niños Felices promovemos la crianza respetuosa basada en el apego.

 Educación de calidad 

Profesionales de la educación comprometidas con nuestra MISIóN, ofreciendo experiencias significativas en ambientes positivos, estilos de vida saludable y prácticas que desarrollen al máximo sus potencialidades cognitivas, emocionales, sociales, y motrices, favoreciendo la formación de niños y niñas de forma integral y holística. 

 Escucha

En una educación participativa, la actitud de escucha es un proceso permanente que alimenta la reflexión, acogida y apertura hacia uno mismo y los demás; condición indispensable para el diálogo y el cambio. Esta actitud de escucha incrementa la atención y sensibilidad hacia escenarios de culturas, de valores y de políticas de la contemporaneidad. Habilidad que nos permitirá lograr la empatía que los niñosy niñas merecen de los adultos que los rodeamos.

Buen Trato

Ofrecer un clima de verdad, transparencia, lealtad, amor, solidaridad, teniendo como lema “vivir los valores que inculcamos”, por tanto favorecer el respeto por normas, buenas costumbres y otros que nos permitan desenvolvernos diariamente en un clima de PAZ que promueva las relaciones sociales y afectivas entre niños, niñas , padres y personalde “Mis Niños Felices”, siendo un testimonio y modelo para nuestra sociedad CONSTRUYENDO UN MUNDO MEJOR.

Hablar de Buen Trato a la infancia, invita a una reflexión mucho más profunda respecto a cómo los adultos nos relacionamos con niños y niñas cotidianamente en nuestras familias, y fuera de ellas.

El Buen Trato, antes que todo, es una forma particular de relación, que se basa en un profundo sentimiento de respeto y valoración hacia la dignidad del otro (a). Se caracteriza por el uso de la empatía, que permite entender y dar sentido a las necesidades de los demás, la comunicación efectiva entre las personas que ayuda a conocerse y compartir las necesidades, la resolución no violenta de conflictos.

Se pone al centro la satisfacción de sus necesidades de cuidado y bienestar en ambientes cariñosos, protectores y seguros; piso esencial para resguardar un desarrollo emocional que promueva la autonomía, una sana autoestima y vínculos armónicos. 

Cien lenguajes 

El niño y la niña poseen cien lenguajes, cien modos de pensar, de expresarse, de entender, de estar con los otros a través de un pensamiento que conecta, y no separa, las dimensiones de la experiencia.

Los cien lenguajes son una metáfora de las extraordinarias potencialidades de los niños, de sus procesos de conocimiento y creativos, de los múltiples modos con los cuales la vida se manifiesta y con los cuales el conocimiento es construido.

Los cien lenguajes se deben entender como disponibilidades que se transforman y se multiplican a través de la cooperación e interacción entre lenguajes, niños, niñas y adultos. El jardín infantil tiene la responsabilidad de valorar todos los lenguajes verbales y no verbales, otorgándoles dignidad por igual.

El juego es un derecho

Los adultos debemos enfrentar estas experiencias con respeto, ofreciendo las oportunidades de espacio y tiempo para que puedan ejercerlas con libertad, en un marco de sana convivencia y seguridad.

Con este espacio de recreación son capaces de darse cuenta cómo funciona el mundo y descubrir cuáles son sus fortalezas y debilidades. Al jugar, despierta la inteligencia y el sentido de la observación. Estimula su imaginación, sus emociones, desarrollan sus movimientos y creatividad, y además conocen y comprenden el mundo que los rodea.

La primera infancia es la única etapa de la vida en la que se tiene la magia y versatilidad para poder transformar con la imaginación un objeto en otra cosa y producir diversión. Los juegos infantiles son una excelente oportunidad para observar y detectar cómo se está desarrollando un niño o una niña, ya que son la expresión de su mundo interno. 

Transparencia

 Las dependencias del jardín infantil permiten el libre acceso de los padres por el establecimiento, mientras no interrumpa las actividades de los niños y niñas. Junto con ello, las prácticas educativas, planes anuales, proyectos, PEI y otros documentos, se encuentran a libre disposición para la revisión por parte de los apoderados.

Infraestructura

Desarrollar nuestra misión en un ambiente físico que favorezca la seguridad, la salud, higiene, el esparcimiento, la diversidad, la exploración libre y oportuna, la BELLEZA. Los espacios internos y externos están pensados y organizados de forma interconectada para favorecer interacciones, autonomía, exploraciones, curiosidad, comunicación, y al mismo tiempo, se ofrecen como lugares de convivencia e investigación para niños/as y adultos. El ambiente interactúa, se modifica y toma forma en relación con los proyectos y experiencias de aprendizaje, a través de un constante diálogo entre arquitectura y pedagogía. Favoreciendo la integración y participación de las familias.

Sustentabilidad  

MNF satisface las necesidades de la presente generación, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades. Comprometidos con entregar a futuras generaciones un mejor planeta para vivir.

Ocupados en conocer, valorar y proteger nuestro entorno natural.